sábado, 28 de agosto de 2010

Agarrate Catalina:Las Maestras...pensando en la sociedad de normalización de Foucault

El Gobierno, la gubernamentalidad, es, pues, el conjunto de tecnologías de poder que un determinado grupo de poder aplica para la dirección de la conducta de otros. A esas tecnologías de poder se ha de enfrentar el ciudadano. ¿Cómo es la tecnología de poder a la que se tiene que enfrentar el individuo hoy? Es la que Foucault llama “Sociedad de normalización”. En los siglos XVII Y XVIII se constata la aparición de las técnicas de poder que se centraban esencialmente en el cuerpo. Se pretendía la distribución espacial de los cuerpos individuales y su organización, su visibilización. El poder disciplinario pretendía reconducir al cuerpo individual con una nueva individualización en base a controles médicos, psicológicos, educativos, etc.… Durante la segunda mitad del siglo XVIII vemos aparecer algo nuevo, un poder no eminentemente disciplinar. A diferencia de la disciplina, que se dirige al cuerpo, esta nueva técnica de poder se aplica a la vida, al hombre vivo, al hombre como especie viva. Introduce una nueva tecnología dirigida al control de las multitudes, de la población. Nos encontramos con que tras un primer ejercicio del poder sobre el cuerpo que se produce en el modo de la individualización, tenemos un segundo ejercicio que no es individualizador sino masificador, que agrega a los individuos; por decirlo así, que no se dirige al hombre-cuerpo sino al hombre-especie, lo que Foucault llamará una biopolítica de la especie humana. Se trata de un conjunto de procesos administrativos y estadísticos, como la proporción de nacimientos y las defunciones, la tasa de reproducción, la fecundidad de una población, etc.… Se pone en práctica el desarrollo de la ciencia del Estado, de la Estadística, una ciencia para estudiar científicamente que tecnologías de poder ha de aplicar el Estado para mantener su posición de poder. Conceptos y problemas como la higiene pública, la vejez, las instituciones asistenciales para proteger a las masas, surgen a partir de la idea de población. La biopolítica crea reglas que permiten controlar a la gran masa de población tras la Revolución Industrial y que es incontrolable de forma disciplinar e individual. La sociedad de regularización busca encontrar puntos de repetición en el estudio de los individuos para controlarles y dirigirles colectivamente, grupalmente, creando categorías de distinción en el grupo. De ahí, por ejemplo, el intento de crear distintas categorías de raza. Para regularizar hay que normalizar. La norma es lo que va a permitir regularizar, porque va a poder aplicarse tanto a un cuerpo al que se quiere disciplinar como a una población a la que se quiere regularizar. Se trata de la “sociedad de normalización”, donde se cruzan la norma de la disciplina y la norma de la regularización (medicalización de la sociedad, auge de la estadística, de la objetivación de lo humano con las ciencias humanas) Para Paolo Virno, esta necesidad regulatoria que surge con el capitalismo tiene que ver con la necesidad de controlar la fuerza de trabajo, que es una potencia del cuerpo, de la vida misma del obrero, inexistente fuera de él, “El cuerpo vivo del obrero es el sustrato de aquella fuerza de trabajo que, de por sí, no tiene existencia independiente. La vida, el puro y simple bios, adquiere una importancia específica en cuanto tabernáculo de la dinamis, de la simple potencia. Al capitalista le interesa la vida del obrero, su cuerpo, sólo por un motivo indirecto: ese cuerpo, esa vida, son los que contienen la facultad, la potencia, la dinamis. El cuerpo viviente deviene objeto de gobernar no por su valor intrínseco, sino porque es el substrato de la única cosa que verdaderamente importa: la fuerza de trabajo como suma de las mas diversas facultades humanas (potencia de hablar, potencia de recordar, de pensar, de actuar, etc.…)” (VIRNO, 2002: 34) Vemos aquí que en el fondo lo que hace surgir la biopolítica, la necesidad de administrar la vida, es al fin y al cabo una necesidad del sistema de producción, que ansía la productividad y la acumulación de capital y que necesita para ello el control de la fuerza de trabajo de los sujetos, de los obreros.

Al localizar el soporte de la normalización del cuerpo social en la sociedad moderna, Michel Foucault opta por subrayar el papel de los poderes médicos y técnico-sociales, en detrimento del prioritario papel normativo que se acostumbra conceder a la legislación. Esta perspectiva es consecuente con sus presupuestos de análisis: no cabe deducir las prácticas sociales que recorren el tejido social —control sobre los locos, los enfermos, los niños, los delincuentes...— de la supuesta esencia del Estado. Las intervenciones estatales sobre la sociedad civil son el resultado estratégico de un régimen de gubernamentalidad.

Letra del Cuplé de Las Maestras MURGA Agarrate Catalina Son los niños los humanos pequeñitos, el futuro de este mundo por venir, los pichones de salvajes, a los que hay que corregir, estos ángeles cual blancas palomitas, son las larvas del engendro que vendrá, y nosotras con firmeza, los debemos educar, son demonios disfrazados de corderos, malcriados por su núcleo familiar, y por la pedagogía, que empezaron a aplicar, que me vienen con teorías pos-modernas, de psicólogos traumados de Paris, un sablazo con la regla endereza a ese gurí, si hace falta un rebencazo, un rebencazo si hace falta más dolor, más dolor cuando sea un ser humano se lo tratará mejor, ojo que tampoco somos anticuadas no es cuestión que se arrodille en el maíz hoy el gas paralizante lo sosiega al chiquilín Haber tú niño alumno ser humano va proyecto futuro ramita torcida ramita torcida del cuerpo partido del árbol podrido de la sociedad tú niño si tú claro quién va a ser niño ven dame un beso eso ahhhh ponte derecho hazte la moña cruza los brazos limpia tu roña toma distancia hazla más baja hazte la moña- ¡hazte la moña, te dije la moña pedazo de nabo tenés quince años a dirección -Hay santa Jose Pedra, santa Jose Pedra virgen laica gratuita y obligatoria ………… por favor que este vándalo no caiga NUNCA en las manos de una practicante -cruz diablo practicante Las maestras practicantes de hoy en día dios me libre como está la educación, de mañana magisterio y de noche al vacilón, que atorranta que vergüenza que descaro, mucho curso de didáctica infantil, y la ves en el tablado, con un porro grande ASI dan sus clases Con canciones de la vela A enseñar manualidad, el gurí en cuarto de escuela, ya aprendió a desmorrugar, esas hippies partidarias de la orgia, aberrantes de la educación sexual, dicen útero y vagina, en el ámbito escolar, un repollo, una semilla, una cigüeña, a lo sumo manguerita o pichulin ¡PICHULIN! Son ejemplos más decentes, y no se alza el chiquilín, si a una nena le enseñas donde esta el CLITOR, cuando crezca se lo va a querer buscar, y mira si se lo encuentra, que nos diga donde esta Haber tú niño maqueta de persona qué haces con el dedo escarbando esa zona ¿te estás intentando rascar la neuronas? ¿en dónde aprendiste esa cosa divina? usar de bolsillos tus propias narinas haber che no sigas hurgando que cosa tenes será la bandera de los 33 mira que se envicia la ñata después no ves que sos grande y tenes que entender no me abras la boca que sos muy chiquito para responder Hay donde se vio válgame dios educación sin un golpecito una patadita en la nuca al botija por que al final una termina siendo como una guardia de seguridad que tiene la arma y no la puede usar porque para el padre madre y o tutor es mucho más fácil lo aguantan veinte minutos lo enchufan la pasta BARNEY y el botija queda idiotizado trente al televisor, pero una hablándole de los charrúas de los cúmulos limbo por eso hay que llevar en la cartera un libro de “PIAYES” y un látigo de siete puntas Menos mal que esta quedando la bandera nada igual a su lucir su lucir demasiado peligroso que la toque ese gurí, que la moña no se le desate nunca, que la letra no se salga del renglón, que mantenga bien la fila que se quede en el rincón que placer da verlos con esa mochila tan pesada y tan difícil de cargar, lo que lleva hay adentro es el peso de Uruguay, de a poquito va doblándoles la espalda los prepara bien para lo que vendrá enfrentarse a esa montaña, reventarse y fracasar.

viernes, 27 de agosto de 2010

El empleado del mes: ¿obrero yo? Sobre la constitución de hegemonía, la educación secundaria y la conciencia de clase. Alberto Prando


Sobre la base de su labor docente, el autor de esta nota examina las prácticas hegemónicas en torno a las identidades sociales desarrolladas en la escuela privada. Desmonta así, la función ideológica de la ideología “humanista”, las “actividades solidarias”, la “relación con la comunidad” y del sistema de pasantías e “inserción en el empleo”

La experiencia que describo transcurre en un establecimiento educativo privado (subvencionado y laico) de la zona noroeste del primer cinturón urbano del Gran Bs. As.
El alumnado de los distintos niveles de EGB, Polimodal y secundario pertenecen a contextos familiares pequeño burgueses pauperizados y/o asalariados encubiertos (obreros de fábrica, remiseros, empleados, seguridad, cuentapropistas minoristas, comerciantes, subempleados), cuyo hábitat urbano corresponde a típicos barrios obreros de ocupación espontánea del espacio, con viviendas subparceladas en propiedades horizontales y construcciones sobre la planta baja, conforme al crecimiento vegetativo y generacional de las familias.
Si bien cuenta con servicios básicos (luz, gas, agua corriente, teléfono), aún conserva calles sin asfaltar, contiguas a una "herradura" de barrios marginales que, en una suerte de competencia por el espacio, alimentan sentimientos de diferenciación entre distintas capas de la pequeña burguesía pauperizada y de proletariado.
Es objeto de este texto observar cómo en la educación se desarrolla la construcción de prácticas hegemónicas y cómo las instituciones de educación privada se constituyen en un elemento de esta tarea. También intentamos mostrar la posibilidad de actividades docentes contra hegemónicas. Examinamos estas prácticas a través delanálisis de: 1) la manipulación de la ideología humanística; 2) el sistema de pasantías y la degradación de la conciencia de clase.

1. Todos somos seres humanos…
Así como, en 1994, la empresa Chevron invirtió muchos millones de dólares, en una campaña publicitaria que exaltaba sus desvelos por la defensa del medio y la protección de las mariposas azules en vías de extinción (siendo una de las peores fuentes de contaminación del agua, el aire y la tierra en California) la educación privada, por las mismas razones de marketing, suele invertir en imagen "humanitaria" (escondiendo su verdadero móvil, que es la obtención de ganancias) cuando, en realidad, provee a la creación de un sistema de valores y actitudes sociales que tiene
exactamente la función inversa.
La ideología “humanística” puesta en marcha por numerosas escuelas privadas, sobre todo en ámbitos como el que aquí se describe, constituye un poderoso “gancho” publicitario. Frente a una sociedad sumida en una profunda crisis estructural inherente a su naturaleza capitalista, es decir, competitiva e individualista, violenta y corrupta, un ideario educativo "sensible" adquiere un significado mercantil superlativo. Los dueños de dichos establecimientos lo saben y lo usan. Así, por ejemplo, en las distintas reuniones de personal, se nos solicita colaborar en la difusión de las distintas actividades "solidarias" que realiza el colegio, invitando a la mayor cantidad posible de vecinos, comercios del barrio y centro barrial (todos potenciales clientes). Durante el transcurso
del año los directivos y docentes acríticos mantienen diálogos de “concientización” con los alumnos sobre actividades "solidarias y democráticas", que se concretizan en diversos eventos (peñas folklóricas, marchas aeróbicas, desfiles, rifas, colectas en dinero o en especie), para el padrinazgo de distintas escuelitas rurales del norte argentino. En éste punto es importante advertir la preferencia de los alumnos de solidarizarse con una escuela a más de 2000 km. de distancia y no con la población marginal de su periferia.
Éste marketing de solidaridad, también aparece desmentido en el interior mismo del establecimiento: alumnos morosos apercibidos de no renovación de matrícula para el ciclo lectivo siguiente, alumnos de EGB trabajando en biblioteca disgregados de su grupo por directivas de administración; alumnos que organizan un fondo común paraabonar cuotas atrasadas de una compañera con una seria problemática familiar y laboral (actitud esta destacada por el director propietario como “ejemplar”…). En otro orden, frente al creciente ejército de reserva docente, la relación laboral se torna más tensa. El aumento de la explotación se materializa en incremento de las reuniones extra horario, jornadas de capacitación que más allá de trabajar los contenidos sugeridos por el Ministerio, se aprovechan para insistir sobre nuestras mayores responsabilidades y compromisos con la empresa, preparación de proyectos, planificación de actividades intra e inter área, etc., etc.. El discurso coercitivo de la patronal considera que aquellos docentes que no participan, no son solidarios ni con la "comunidad educativa" del
colegio, ni con la "comunidad educativa" de la escuela apadrinada. Entre los "frutos" de la educación privada subvencionada y las campañas "solidarias", se cuentan la compra de tierras para explotación forestal y turística, lujosas viviendas, veleros, vehículos, etc., etc.. Sin contar con los dulces y chocolates que degustamos como obsequio, cada vez que alguna “autoridad” regresa de sus viajes por el Mediterráneo, el Caribe o Patagonia…

2. ¿Obrero yo?
Sobre la reproducción de prácticas culturales y económicas capitalistas y la prepara-ción de la futura mano de obra flexibilizada, es un claro ejemplo el contrato de pasantías firmado con la multinacional líder de la hamburguesa. Fue patético ver como padres y alumnos que abonan $150 de cuota escolar mensual, se mostraban interesados en conseguir un ¿empleo? (pasantía) por igual valor. El directivo y los docentes acríticos convencían a los alumnos aduciendo que el ingreso ayudaba a aquellos con dificultades económicas y además experimentaban la práctica del “trabajo en equipo”.
En la reunión de presentación de la empresa (ante alumnos, padres y directivos), un gerente de la multinacional destacaba la importancia de poseer un currículum que acredite la pasantía en la empresa, además de comentar su propia experiencia (desde preparador de hamburguesas hasta personal jerárquico) poniendo de manifiesto el espíritu meritocrático y el trabajo disciplinado en equipo. Hacia fines del ciclo lectivo, cuando ya varios alumnos habían trabajado en la empresa, se felicitó en un acto a unalumno de 5° año por haberse destacado como el "empleado del mes". De regreso al aula estimé la posibilidad de debatir el tema en clase. Felicité entonces al alumno destacado: “¡otro aplauso para el “obrero del mes!”. Luego de un corto silencio ante mi “error”, el alumno afectado me contesta: “obrero no, empleado”… Con este disparador podía abocarme a aclarar algunos conceptos (trabajo, relaciones sociales de producción, identificación y diferenciación de clase, explotación, acumulación capitalista, etc.). Consideré didáctico confeccionar un cuadro de doble entrada y de dos columnas en el pizarrón (una columna de "obrero fabril" y la otra de "obrero de hamburguesas") para completarlo mediante el método inductivo-deductivo. La primer pregunta que esbocé fue: ¿Cuál es la diferencia entre un trabajador y otro?. Las respuestas fueron varias, algunas con connotaciones discriminatorias y/o raciales (especialmente aquellos alumnos cuyos padres no son obreros fabriles). Otros diferenciaban el trabajo por las condiciones de limpieza, higiene o energía física, considerando a unos trabajos embrutecedores y a otros no. Las siguientes preguntas apuntaban a las formas de
contratación, horas de trabajo o regimentación del empleo. Por ejemplo: ¿Cuántas horas trabaja uno y el otro?, ¿cómo son los salarios?, ¿el trabajo estaba orga-nizado en grupos o en equipos?, ¿cómo deben cuidar y limpiar cada uno sus máquinas-herra-mientas o lugares de trabajo?, ¿cómo eran las relaciones sociales de producción, es decir para quiénes trabajaban unos y otros?, ¿ambos producen algo? Las respuestas fueron las esperadas: no había diferencias salvo en el tipo de tareas. Dedujeron que para ninguno de los dos empleos necesitaban estudios específicos, que todos producían, que los contratos eran flexibles, que los sueldos eran basura, que los controlaban hasta para ir al baño o tomar un café, que unos usaban camisa y corbata y otros mameluco como toda diferencia, etc., etc.. El cuadro los había sho-ckeado porque analizamos las relaciones laborales desde otra perspectiva. Algunos perplejos, otros alegres de no haber participado en la experiencia de la multinacional y, por último, los afectados, que se sentían muy agraviados, habían pasado del aplauso y reconocimiento del director a los gestos burlones de algunos compañeros y a la explicación “ofensiva” del docente. Al que entre otras cosas le decían: “Usted también trabaja por trescientos pesos”. “Sí, claro: todos los proletarios somos explotados y un colegio privado acumula capital”…

Conclusiones
Además de preparación de la futura fuerza de trabajo, el sistema de pasantías, legalizado por la Prov. de Buenos Aires, acrecienta el desempleo y nivela hacia abajo los salarios. Pero en manos de la escuela privada se constituye en algo más: igual que la ideología “humanitaria”, los colegios que ofrecen contratos de “pasantía”, se muestran a sí mismos como “preparando para la vida” a sus alumnos. Es decir, preparándolos para la subordinación a la vida “capitalista”. Las escuelas privadas (con seguridad, las estatales también porque ambas forman parte de los “dispositivos” de la hegemonía burguesa), por su propia naturaleza, desarrollan actividades que tienen una función inmediata (la obtención de ganancias) pero también tienen un efecto aún más importante en torno a la dominación social: la negación de la existencia de clases sociales. Como tales, generan y regeneran permanentemente ideologías diluyentes de los antagonismos sociales. Una de esas es la que aquí llamamos “humanística”. Parece desarrollar sentimientos “solidarios”, pero lo hace en abstracción de las relaciones sociales: hay que ayudar a los pobres, identificados no como aquellos que lo son como resultado lógico del orden capitalista (como los que viven en las propias adyacencias del colegio) sino lo que los prejuicios sociales definen como tal: “los que viven en el monte”, “allá lejos”, “los del interior”, “los aborígenes”, etc., etc.. Por el contrario, los que están “a mano”, son los “villeros” sobre los que operan concepciones racistas, son criminalizados y en torno a los cuales giran conceptos como “seguridad”, “violación”, “enfermedad”, etc..
Aquí es donde vemos como la ideología “humanística” resulta solidaria con el racismo y con la ideología del empleado del mes, que diluye en el “crew” al obrero: Todos somos seres humanos, es decir, iguales, pero yo no soy obrero…
Esta experiencia muestra también, que es posible realizar actividades que cuestionen las estrategias hegemónicas y que el rol del docente no es, necesariamente, el que quiere el sistema.
La escuela es un lugar de combate.


Publicado en Empleado del mes: ¿Obrero yo? Sobre la constitución de la
hegemonía..... Alberto Prando (Profesor de Geografía).Dossier: Trabajo, alienación y crisis en el mundo contemporáneo, en Razón y Revolución nro. 7, verano de 2001, reedición electrónica.